lunes, 13 de septiembre de 2010

P.D.James

Veo fotos de la señora.Quien lo diría de ella.Por ejemplo,Donna Leon, o Fred Vargas tienen pinta de asesinas.De asesinas pulcras y frías.Incluso Patricia Highsmith transmite esa inquietud propia de las mentes afiladas, sobre todo cuando posa con un gato negro de mirada bizca.
Pero P.D.James, no.Y es ahí, justo en el regazo de seguridad que parece ofrecer a la cámara,donde se presume peligro.Esa cálida y tierna forma de abrazar la mirada del fotógrafo presagia el terror de lo inesperado, de lo que uno no se acaba de creer, del asesinato en la rutina diaria, con las personas de tu propio entorno.
Por eso me atrae.Por eso me voy a comprar ese libro.Por un motivo puramente estético.Tengo el presentimiento de que no me va a decepcionar esa señora de aspecto y mirada dulce.

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